Los profesionales de cuidados paliativos, por muy vocacional que sea su dedicación, pueden verse expuestos a los efectos dañinos del “coste de cuidar”, que se deriva de su labor asistencial. En contacto casi permanente con el sufrimiento y la muerte de las personas que acompañan, son vulnerables a los impactos emocionales, los sentimientos de impotencia o de culpabilidad, las proyecciones e identificaciones, entre otras manifestaciones. Se eleva así el riesgo de malestar personal y la implicación profesional se deteriora.
El arteterapia ofrece un espacio creativo renovador de la mirada y respetuoso de los propios tempos, para explorar las necesidades emocionales y la manera en que uno afronta las tareas asistenciales. Ayuda a darse cuenta a través de las producciones artísticas de nuevas preguntas sobre uno mismo, acerca de la motivación profesional, del grado de elaboración de las pérdidas o de la visión personal sobre la finitud. Los beneficios del proceso creativo son expresivos y comunicativos, encaminados al autoconocimiento y al autocuidado, para mantener conexiones sanadoras, tanto con los pacientes y sus familias como con el resto del entorno profesional.
Objetivos:
Metodología:
Enfoques específicos (para elegir):